Pleitesías para vender más

El otro día me encontré por internet un hilo de email con el que me descojoné de la risa, pero de la que se puede sacar una gran lección de ventas.

Te copio el texto y luego lo comentamos.

Es este:

 

Buenos días, Alberto.

Le envío una copia de la declaración de la renta.

Un abrazo.

——

Muchas gracias, Jesús.

Un saludo.

——

Disculpe que le moleste de nuevo, Alberto.

Simplemente quería comentarle un asunto que me ha producido cierta inquietud en nuestra última comunicación: le he enviado un abrazo y usted me ha devuelto un saludo.

¿Hay algún problema?

Un abrazo.

——

Perdóneme, Jesús. No era mi intención provocarle ninguna inquietud. 

Lo lamento. Simplemente me ha parecido más pertinente esa fórmula de cortesía en una comunicación profesional.

No tengo inconveniente en emplear la que usted prefiera.

Un abrazo.

——

Se lo agradezco, Alberto, pero todavía me debe usted un abrazo.

Un abrazo.

——

¿Cómo que todavía le debo un abrazo?

Se lo envié en mi anterior correo. Fíjese bien.

——

No sé si lo está haciendo usted a propósito, pero ahora me debe dos abrazos.

Yo le he enviado tres y usted me ha devuelto solo uno.

No quiero ponerme en lo peor, pero parece que mis sospechas iniciales se confirman.

Un saludo.
——

Le pido mis más sinceras disculpas. Ha sido un descuido imperdonable.

Ahora entiendo perfectamente cómo se siente porque ese saludo de su último correo me ha sentado como un jarro de agua fría después de haberme acostumbrado a la calidez de sus abrazos.

Un beso.

——

Jajajjaja es muy bueno.

Aunque sea una conversación ficticia que se ha inventado alguien para hacer un meme de internet, es una caricatura de lo que les sucede a muchos vendedores cuando tratan con sus clientes.

Prestan tanta atención a las cordialidades absurdas y completamente innecesarias que además de perder ventas, resultan un auténtico incordio.

Con eso intentan gustar, pero generan rechazo, al menos en los clientes buenos. Los que tienen el dinero, van al grano y compran.

A los clientes buenos no les gusta perder el tiempo, y tampoco les gusta que se lo hagan perder a ellos.

A los otros sí que les gusta este tipo de pleitesías.

¿Quieres vender más y atraer mejores clientes?

Omite toda cordialidad, eufemismo, formalidad y expresión vacía que no dice nada, salvo ensuciar el mensaje, mostrar necesidad y hacer perder el tiempo al que está al otro lado.

“Buenos días, espero que estés muy bien y que hayas pasado un gran fin de semana”

“En primer lugar me gustaría agradecerle el interés y el tiempo prestado…”

“Muchas gracias por su atención y reciba un cordial saludo.”

Olvídate de esas mierdas. Nadie habla así, y genera un cierto rechazo subconsciente que te aleja sutilmente de la venta.

Ve al grano y habla con normalidad. Se vende más y más rápido.

Hazme caso.

Bueno, ya basta de valor gratuito por hoy. 

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